D006 Rechazar la Teología y la Política del Sionismo Cristiano

Las enseñanzas del sionismo cristiano, propugnadas por muchos cristianos evangélicos y literalistas bíblicos, surgen de una interpretación rígida de ciertos pasajes de la Biblia hebrea que dichos cristianos emplean para justificar el apoyo incondicional al establecimiento de un estado judío exclusivo en Tierra Santa.  La doctrina sionista cristiana enseña que, como está escrito en Génesis 12:2-3, Dios bendice a los que bendicen a Israel y maldice a los que maldicen a Israel, lo cual significa, en el contexto actual, que Dios bendice a quienes, como los sionistas cristianos, apoyan incondicionalmente al estado de Israel y condena a todos los que critican a Israel por cualquier motivo.  Estas enseñanzas son una corrupción de las promesas de Dios en la Biblia hebrea y del mensaje evangélico de justicia y amor que forma parte fundamental de nuestro Pacto Bautismal.

Aunque la teología del sionismo cristiano surgió en el siglo XIX, su influencia ha crecido exponencialmente en Estados Unidos desde la década de 1980 y, sobre todo, durante los primeros años del siglo XXI.  Esto fue especialmente cierto durante la Administración de Trump, cuando los líderes sionistas cristianos disfrutaron de fácil acceso al presidente para discutir su postura proisraelí, y cuando el Vicepresidente Mike Pence y el Secretario de Estado Mike Pompeo, ambos sionistas cristianos, utilizaron sus creencias para solidificar el apoyo de Estados Unidos a Israel.  Los líderes cristianos sionistas, entre ellos John Hagee de Cristianos Unidos por Israel (Christians United for Israel, CUFI) y muchos otros, cuentan con decenas de millones de seguidores en Estados Unidos.  Muchas iglesias evangélicas exhiben la bandera israelí en sus templos, tanto en el exterior como en el interior de sus santuarios durante los servicios.

Los sionistas cristianos interpretan la creación de Israel en 1948 y su toma del resto de Palestina y de todo Jerusalén en 1967 como acontecimientos de inspiración divina que marcaron el comienzo de la última “dispensación”, o periodo histórico, antes del regreso de Jesús.  Entre los textos bíblicos que se dice que justifican el triunfo de Israel y su dominio exclusivo en la tierra está Zacarías 8:3 (“Yo he vuelto a Sion y habitaré en medio de Jerusalén. Jerusalén se llamará Ciudad de Verdad y el monte del SEÑOR de los Ejércitos, Monte de Santidad”).  Los sionistas cristianos ven este texto como una profecía del Final de los Tiempos que prevé la construcción del Tercer Templo y la consiguiente destrucción de los lugares sagrados no judíos, lo cual conducirá a una guerra apocalíptica que allanará el camino para la Segunda Venida de Cristo.  Esta visión sionista cristiana es en principio terriblemente antisemita, ya que prevé la conversión de los judíos al cristianismo o la destrucción de cualquier judío que no se convierta.

La visión sionista cristiana del mundo ordena el apoyo total a la colonización y ocupación militar de todas las partes de Palestina por parte de Israel, e incluye su limpieza étnica, el desplazamiento de los palestinos y su rechazo a la legitimidad palestina.  Los sionistas cristianos rechazan como pecaminoso cualquier avance hacia un acuerdo de paz palestino israelí que exija que Israel ceda el control de la tierra a los palestinos.  Los sionistas cristianos alentaron el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de la Administración de Trump, el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén y la creencia declarada de que los asentamientos israelíes en territorio palestino ocupado no violan el derecho internacional (la Administración de Biden no ha revocado estas decisiones de Trump).

Los cristianos palestinos autóctonos han ido abandonando Tierra Santa en cantidad creciente, en gran medida debido a las políticas que defienden los sionistas cristianos.  Durante años, los líderes cristianos palestinos han pedido ayuda a las principales iglesias cristianas para hacer frente a la amenaza que supone esta teología politizada para los cristianos autóctonos.  Esta petición se ha hecho en muchas conferencias sobre el tema y, sobre todo, a través del documento Kairos Palestina llamado A Moment of Truth: A Word of Faith, Hope and Love from the Heart of Palestinian Suffering (El momento de la verdad: una palabra de fe, esperanza y amor desde el corazón del sufrimiento palestino) una importante declaración política teológica compuesta por los líderes de todas las múltiples denominaciones cristianas orientales y occidentales de Jerusalén, emitida en 2009 y ratificada formalmente en 2019.  En un llamado dirigido específicamente a la amenaza del sionismo cristiano, Kairos Palestina pidió el apoyo y la solidaridad de la cristiandad mundial, haciendo un llamado a las iglesias cristianas de todo el mundo para que “revisen las posiciones teológicas fundamentalistas que apoyan ciertas opciones políticas injustas con respecto al pueblo palestino”, para que se solidaricen con los palestinos oprimidos en lugar de convertir la palabra de Dios “en un arma con la cual matar a los oprimidos”, y para que eviten ofrecer “un encubrimiento teológico de la injusticia que sufrimos, del pecado de la ocupación que se nos impone”.

Aunque el Sionismo Cristiano no está directamente aliado con el fenómeno del Nacionalismo Cristiano que surgió durante la Administración de Trump y fue una fuerza motivadora del ataque al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, los dos movimientos surgen de un impulso fundamentalista similar de derecha y, en un grado u otro, comparten una creencia distorsionada en la superioridad del cristianismo, la cultura y la civilización occidental y blanca sobre los pueblos de color de todo el mundo.